Coherencia en el consumo

estatua-consumo

Por Suen Nieves.

Considerando que algunos de los productos que venimos consumiendo son impuestos en forma mediática a través de la mercadotecnia y las costumbres en una sociedad autómata, convendría elaborar un análisis periódico sobre todas nuestras compras, mirando qué tan factible resulta continuar el abuso en la rentabilidad de ciertos productos comercializados a través de los llamados monopolios, compañías centralizadoras que fungen actualmente como las grandes máquinas abastecedoras de la comodidad en un sistema viciado.
Entendiendo que la mayoría de nuestras acciones van encaminadas a seguir ciertos estereotipos fundados y estatizados desde nuestras primeras fases de socialización: la educación en casa, lo que los medios nos comunican, comentarios y actividades de amigos, profesores, vecinos, etcétera; se hace necesario que el individuo genere nuevas formas de pensamiento a través de una crítica aguda hacia dichos preceptos, así como la fundamentación concreta sobre cada una de las ideas que vamos siendo partidarios.
El poder de la individualización en el ser humano reside en nuestra firme voluntad por realizar un desmontaje sobre todos los paradigmas sociales, culturales y políticos que nos son impuestos desde la infancia, concibiendo que la máxime de una maduración personal sería la creación a consciencia de nuestros propios juicios sobre cada fenómeno social que se va gestando en el camino, lo cual en definitiva como adultos nos permitirá una mejor toma de decisiones a voluntad para la construcción de alternativas reformadas en una sociedad mecanizada.
De esta manera, se hace necesario que siempre, como ciudadanos conscientes, nos planteemos el por qué de cada una de las acciones que vamos emprendiendo en el camino del saber hacer, esto mediante la descodificación de los panoramas solventados por medios de comunicación masiva y la tradición de algunos pueblos, que muchas veces fincan sus ideologías, religiones y todo tipo de cuestiones caducas en un encierro a la lógica primigenia del ser humano, conduciéndonos así a ser partidarios de meras sensaciones de seguridad primaria como imágenes del deber ser.
Teniendo en cuenta que una reconfiguración constante sobre los modelos de vida permitiría generar mayor cantidad de enfoques flexibles, así como la estimulación temprana de la coherencia en el individuo, preguntas sobre el por qué hacer o cumplir con ciertos planteamientos, en definitiva es una propuesta al alcance de todos como propulsión del modelo ideal de regeneración social que, visto en su forma expansiva, tendría en definitiva la capacidad de recrear el modelo económico, político y cultural de un país.Estamos acostumbrados a suponer que, si en nuestro andar no vamos recreando los modelos de vida y conceptos validados por un sistema clausurado, prácticamente no existimos; pero no se trata de de eso, la realidad es que los prototipos de vida se fincan en las acciones de cada uno de los individuos que habitamos un espacio, y la soberanía de un pueblo se gesta precisamente en nuestra manera de elegir, aportar y suscitar cambios. Teniendo en cuenta que algunos de estos planteamientos herméticos son ambiguos con la naturaleza del ser humano, si no somos capaces de reflexionar, al tiempo que dar coherencia y cabida a cada una de nuestras acciones, prácticamente nos convertimos en humanoides al servicio de una industria mercantilizada.
Coherencia significa dar concreción a nuestras ideas, pero para lograr esto es necesario generar una amplitud de esquemas experimentando tanto lo positivo como lo negativo de los pensamientos que vamos asociando a nuestros patrones de vida. Asimismo, se requiere una mentalidad crítica que busque conocer a profundidad los medios y métodos que trabajan sin cesar para adherir nuestras sensaciones de seguridad a las acciones que vamos tomando y que también por ende construyen y definen nuestra identidad como seres individuados. Si nosotros al momento de querer optar por algún producto o servicio, no estamos pensando en función de las orientaciones actuales y los beneficios reales que venimos obteniendo del mismo, podemos recaer en la situación de querer tomar partido por algo que simplemente nos es impuesto, cuando en realidad ya existen otras posibilidades de obtener esos mismos beneficios pero sin coartar con el libre pensamiento del ser humano que se va reconstruyendo en el tiempo.
Cada persona forma parte de un complejo sistema de creencias que le permite reemplazar acciones concretas con justificaciones mediáticas, por ello es menester reconocernos a nosotros mismos sobre cada una de nuestras decisiones, y no al revés, reconocer al sistema con nuestras acciones fundadas en imágenes aisladas a la naturaleza del ser humano, que no debemos olvidar, siempre impela por una evolución en todas sus formas y estructuras. Es así como, si cada uno de nosotros nos pusiéramos a trabajar en la idea de ir reconstruyendo las teorías fragmentadas de una sociedad dominada por el ambiente del consumismo, evaluando primeramente si sus acciones permiten o no el libre desarrollo de nuevos mecanismos sustentables para el crecimiento de un país, podríamos llegar a conformar una sociedad libre de elegir sus propios modelos de vida, dado que estos sistemas absorbentes se alimentan del consumo de una población, queramos llamarle pensante, y como se conduzca la gente con sus decisiones diarias, se conduce el producto mercadológico de un país.
En este sentido, seamos conscientes de la situación que acaece en nuestro país, informémonos al respecto, critiquemos, reflexionemos, pero sobre todo actuemos en consecuencia, pues solo así irán emergiendo las realidades que buscamos nos envuelvan en un futuro no muy lejano, realidades mucho más concisas, afables y flexibles. ¡No permitamos que un sistema neoliberal siga consumiendo todas nuestras energías!

Comentarios