Cuando la Luna transita por Tauro



reloj de arena

En esta fase hay dos movimientos: El primero trata de que la potencia habilitada en la Luna en Aries que inicia el ciclo se conecte con los materiales concretos que va a necesitar para llevarse a cabo. En Aries aparece la idea, en Tauro los recursos necesarios para comenzar a darle forma. El segundo movimiento trata del choque entre lo nuevo que desea llevarse a cabo contra la inercia del pasado, contra formas que han sobrevivido muchos ciclos y no están dispuestas a abrirle paso a los nuevo. Tauro es un signo de incorporación, de aprovechamiento, el desafío es «¿Cómo incorporar lo nuevo (rasgos, proyectos, comportamientos, deseos) desechando lo menos posible que ya se ha instalado como hábito?» 
Nuestra educación difícilmente percibe ambos movimientos como uno solo. El choque entre lo instalado y lo nuevo tiene que ver con lo que en astrología se llama «punto medio de Tauro»1, ello implica la aparición de mucha resistencia a lo nuevo, lo cual no es más que nuestra inflexibilidad (rasgo bajo asociado a Tauro) para articular, resignificar lo instalado sin desecharlo completamente. Esta negativa a resignificar convierte la inercia del pasado en una traba. 
Esta Luna ofrece la oportunidad de clarificar prejuicios que nos hacen ver de forma determinada (y por lo tanto limitada) la realidad. 
Tenemos dos opciones en este etapa, o frustramos lo nuevo afirmando la inercia, o arriesgamos energía inyectándola sobre nuevas empresas, hábitos, conductas. Todos los meses tenemos la oportunidad de poder sabernos más amplios, lo que significa ser otro para la identidad anterior, y es en este momento dónde se produce el choque, podemos pasar esta etapa repitiendo o podemos pasar esta etapa aprovechando el conocimiento que se habilita para mostrarnos los valores que hacen que siempre me vincule con el mundo de la misma forma. La tendencia del punto medio de Tauro es “resolver por la inercia”, aparece en esta Luna esos modos de resolver que ya han caducado, un ciclo nuevo implica nuevos modos de resolver, y para que esto sea así, aparecen en Tauro los viejos modos de resolver como un desafío a superar.

—Que tienen que ver los valores con las necesidades del nuevo ciclo?

Siempre hay un criterio utilizado para movernos por la vida, seamos conscientes de ello o no. Sin criterio no se puede llevar a cabo nada. Y ¿qué es el criterio? El juicio utilizado para discernir. ¿Y qué es el Juicio? Una opinión, un valor. Por lo tanto los valores son la base para organizar cualquier proyecto, para dar forma a un impulso. Los valores para la astrología son los recursos necesarios para ello: dinero, materiales, contactos, talentos, habilidades propias o prestadas, el tiempo dedicado, todas estas cosas necesarias para dar forma a lo nuevo dependen en gran medida del valor que a ellas les adjudico. 
Para la astrología los valores son un medio y no un fin en sí mismos. La posmodernidad, con su anarquía de valores nos cuenta mucho sobre esto, e incluso la guerra inventada que vive hoy el mundo es claramente la apropiación de un valor (llámenlo el anti-terrorismo) para la consecución de un fin muy diferente (llámenlo petróleo). Pero nosotros no creemos que los valores son una cosa necesaria para la expresión de una identidad que busca integrarse, sino por el contrario, creemos que son los pilares inamovibles de nuestra forma de ser y elegir. Esta manera cultural de pensar hace que nosotros tendamos a responder de la forma ya descrita a esta fase. Es decir, responder con medios viejos para una identidad nueva. Y así la humanidad siempre es la misma desde Platón a nuestros días.
Necesariamente debe tomar claridad y potencia la identidad de siempre para que podamos tomar un contacto real con la identidad que ya se ha fijado en hábitos y valores inamovibles para poder incluir de forma real procesos y mecanismos actualizados, y realizar así una verdadera ampliación de nuestro ser. 
De esta forma el cosmos nos hace tomar un contacto profundo con nuestras fijaciones, y nos dice: «Muy bien, esta nueva identidad está naciendo, pero no te olvides que nace dentro de ésta que tiene toda esta potencia que te muestro...» No es que el cosmos nos quiera hacer las cosas difíciles, pero piensen que si no estuviera esta fase, no sabríamos que es eso de “integrarse”, seríamos una entidad que se redefine completamente mes a mes, sin conciencia ni memoria sobre identidades antiguas. Tauro es la síntesis de aquello que permanece todos los meses, y el secreto para esta fase es sencillamente recordar esto. 
Les recuerdo como les dije al principio, que esto sucede más allá de nuestro control, está en nosotros poder acompañar este movimiento con la máxima conciencia. Sabiendo que con sólo acompañarlo estamos tomando la mejor elección posible. 

Como nota al pié podemos decir que personas con preponderancia de elementos activos (aire – fuego), van a sentir que se chocan con una pared, mientras que los de preponderancia pasiva van a decir «por fin paró el mundo». Tomando el ejemplo que dimos de las neuronas (en «Cuando la Luna está en Aries»), después de que el sistema neuronal se flexibilizó para abrirse a lo nuevo aquí aparece con toda su claridad en tanto estructuración y peso, aquí me doy cuenta de que existen en mi hábitos, valores, modos de comportamiento, prejuicios también, que no sé hasta donde van a responder a esto que es tan nuevo y diferente que comenzó y que encima nada me puede decir si me conviene o no.
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[1] El «punto medio» encuentra exactamente en la mitad e Tauro (en el grado 15). No es importante buscar el momento exacto en que la Luna toca el grado 15, sino tan sólo saber que en esta fase se va a vivir esta tensión.


De «El Libro Azul».

Comentarios


  1. Adoro ler todos os seus textos!!

    Parabens! e que vc continue a postar!

    Abracos

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