Estos nombres le dio Dane Rudhyar al Mercurio Matutino (cuando se eleva antes del sol) y Vespertino (cuando se eleva después del sol) respectivamente. Y dice lo siguiente:
«Mercurio matutino. Representa a la mentalidad progresista, que mira adelante. El introvertido. Sacrifica todo lo relacionado con el presente a fin de crear anticipándose al futuro distante. La mente prometeica se ocupa principalmente de ideales y abstracciones y le interesan poco los pormenores de la vida diaria. Su orientación es estrictamente hacia el futuro.
Mercurio vespertino. Representa la mentalidad conservadora. El extrovertido. Un enfoque de la vida basado en ideas tradicionalmente correctas —la sabiduría mundana que se manifiesta a través de la opinión pública. Actitud intelectual limitada por su servil adhesión a la norma colectiva.»
En síntesis: El mercurio matutino tiene una mentalidad más independiente que el vespertino, ya que este último se ve más influido por el pensamiento de su entorno, ocupándose en congeniar con el mismo. Por otro lado, el mercurio vespertino desarrolla una mayor capacidad social, tiene más presente que el matutino los modales y el impacto que va a tener sobre su entorno, de ahí que se cuide más en exponer sus ideas.
El mercurio matutino le interesa ser genial, independiente, y admirado por sus propias ideas. No le interesa quedar mal, a veces peca incluso de tener malos modales y una educación poco ortodoxa. Se cuida poco para decirle al otro lo que piensa.
El mercurio vespertino odia quedar mal, no soporta que piensen mal de él. Esta muy atento a las formas sociales. Muchas veces hace cosas por compromiso. Le afecta la opinión ajena sobre su persona.
Mercurio indica la sociabilidad, además del pensamiento. El mercurio vespertino queda bien en toda reunión social, tiene cintura política, sabe moverse, sabe gustar. El mercurio matutino, no está pensando en eso, y tiende a ser un poco torpe en el desenvolvimiento social.
De «El Libro Azul».
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