Prólogo

Va llegar el día en que la psicología centrará su atención en ampliar la percepción del hombre sin despojarlo de su centro, en vez de estrecharla volviéndolo bien adaptado a una sociedad enferma. Será juzgada subversiva, se denigrarán sus contenidos obscuros, aglutinados bajo el vago, amplio y popular concepto de magia.

Ese día llegó muchas veces… Aún así, individuos de pensamiento tan inadaptado como fiel a dónde éste los conduzca, buscadores de espíritu libre conectándose entre sí para contribuir en el discernimiento entre condicionamiento y percepción, se unen artistas y magos, forjando una nueva psicología de orden transpersonal.
Dichos contribuyentes están en muchos lugares pero no se ofrecen, no están a la vista, no son conocidos y deben ser buscados por largo tiempo antes de dar con alguno de ellos.

Técnicamente, Magia es el estudio sobre la percepción humana y su desarrollo que, al mismo tiempo, mejora la herramienta utilizada para su estudio: la mente.
El desarrollo de la percepción mágica comprende la invocación de ciertas energías —a través de la palabra, la imagen y, eventualmente, el gesto— cuyo fin es activar centros de percepción adormilados por la habituación y el ajustamiento a la norma.

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